Distrés

Detrás de nuestras rutinas, evasiones y tedios, lo que hay es una escondida sensación de invalidez, de que no podemos conseguir todo lo que anhelamos. Ayer, contesté un email a una muchacha a quien acompaño en un proceso de Counseling y quien pasa por un estado de absoluta desmoralización y pesimismo. Le recomendé un libro que me fue de gran ayuda en su momento:

"Demos un paso adelante aunque sea pequeño. Hagamos algo: una llamada. Tomemos una pequeña decisión aunque no sea perfecta. El distrés nos paraliza o nos invita huir. Por eso es tan importante moverse. Hacer algo, dar un paso adelante. Un movimiento sencillo lleva un mensaje de gran impacto a nuestro cerebro. -Yo puedo-. Es una pena que porque haya tantas personas que piensen que lo que pueden hacer es tan poco, que no vale la pena; haya tantas personas que no hagan nada" (“Vivir es un asunto urgente”, de Mario Alonso Puig)