Averigua si eres un héroe
Todo estaba bien. El
domingo amaneció como siempre: con el pan caliente, la calle silenciosa, las
manchas de lluvia acumulada en las aceras, la familia durmiendo y las cuentas
bien pagadas. Las metas hasta entonces, todas, estaban cumplidas. Y de pronto,
una extraña campanada resonó por dentro. Era un llamado a salir, a viajar.
El corazón se inquietó
porque un nuevo destino se enclavó en la retina. Había que ser el héroe de la
propia vida. Se partió a un no sé dónde. No hubo equipaje, solo uno mismo, pero
aparecieron mensajeros e informantes que señalaron pistas para continuar el
avance hacia el designio personal.
Y luego de muchas
oscuridades y laberintos, dragones y trabas se consiguió descubrir quién se es
genuinamente. Joseph Campbell decía: “En la cueva que temías entrar,
estaba el tesoro”.
estaba el tesoro”.
Es el viaje a uno mismo.
Es el reconocimiento de la propia identidad. Es la destrucción y despojo del
ego soberbio y de aquellos planes que los demás esperaban de uno, para
encontrar después, eso que desde el alma profunda se quería desde siempre. Y se descubre
que se quería escribir, que se quería investigar
otros mundos o amar contracorriente, estudiar magia, dilucidar ciencias y teoremas.
Uno encuentra su vocación, su identidad y su pasión.
Y uno comprueba que no
solo se encontró consigo mismo, sino que se encontró con toda la humanidad. Y uno
regresa a la vida cotidiana pero con el alma repleta de eternidad.