Hipócrita
Lo encontré después de
muchos años -más de diez- y era evidente que había cambios en él que más
adelante detallaré. En aquel tiempo era muy delgado pero fibroso, coqueto como
uno de esos antiguos juguetes a cuerda y con un atractivo admirable sobre todas
las chicas que se lo peleaban para un sazonado agarre de fin de semana. Él
mismo hacía alarde elegantemente de su natural maña para embobar. Era el galán
más apetecido.
Ahora, de eso no quedaba nada. Al saludarnos en la calle transitada, había que referirnos a cómo nos veíamos después de tantos años transcurridos. Según él me veía “igualito” y me reí a carcajadas porque no puede ser cierto, diez años no pasan en vano en todo rostro y en todo cuerpo humano. Tuve que contenerme y apelar a mis frases preestablecidas y educadas. Solté un -estás hecho todo un señor-
Ahora, de eso no quedaba nada. Al saludarnos en la calle transitada, había que referirnos a cómo nos veíamos después de tantos años transcurridos. Según él me veía “igualito” y me reí a carcajadas porque no puede ser cierto, diez años no pasan en vano en todo rostro y en todo cuerpo humano. Tuve que contenerme y apelar a mis frases preestablecidas y educadas. Solté un -estás hecho todo un señor-
En el sentido extendido
del término, fui hipócrita. Simulé que no veía cambios notables en él, pero
estos eran espeluznantes: unos cincuenta kilos de sobrepeso, una salvaje pérdida
de cabello, un cuello tan grueso como el de un bulldog y un desgaste del brillo
que tenía entonces en la mirada.
La hipocresía es una
herramienta delicada e inevitable de la convivencia social. Su significado etimológico
es “criticar por debajo” porque no tiene ningún sentido emitir juicios descaradamente
sobre lo que en el fondo, no tiene mayor importancia.Todos en algún momento
tenemos que ser hipócritas y disimular lo que pertenece a una esfera privada. Pero
callar no es fingir, callar es lo correcto. Callar lo que pensamos no nos hace hipócritas de verdad.
La hipocresía reprochable
es aquella que revela una incongruencia entre el fuero interno y el externo,
cuando se dice una cosa muy distinta a lo que se piensa. Se es un hipócrita cuando
se juzga y miente para justificar las propias carencias, cuando se aparenta un
atributo que no se tiene y cuando se preconizan valores y riquezas que no se
poseen.
Aborrezco la hipocresía
pero aborrezco aún más el uso brutal y malintencionado de la verdad con el
argumento de ser auténtico y transparente.