Mi guitarra te trajo

Hoy, hace diez años desde que mi abusivo novio vendió mi guitarra favorita sin mi consentimiento. La vendió el día en que abandoné la casa en la que convivíamos. Cuando fui a reclamarle mis pertenencias, altivamente me dijo que la había vendido en una tienda de artículos de segunda mano. Afortunadamente, logré rastrear al comprador para recuperarla. Era un hombre muy dulce y me la devolvió gratuitamente con la única condición que lo acompañara a tocar la guitarra en su jardín por una hora. Sacó una segunda guitarra y terminamos sentados en su terraza por el resto de la tarde, tocando música, conversando y riéndonos mucho. En la actualidad, es mi esposo por nueve años.


MMT