¿Qué dice mi tarjeta de embarque?







Cuentan que un día el famoso escritor George Bernard Shaw viajaba de Londres a otro lugar, se le acercó el revisor del tren y le solicitó su ticket. Miró en sus bolsillos, en su maletin, abrió la maleta. Entonces el revisor le dijo: “No se preocupe, yo lo conozco. Ud. es Bernard Shaw. Es conocido en el país entero. El ticket estará en alguna parte, debe haber olvidado dónde lo puso. No lo busque más”

Shaw le respondió: ”No entiende usted mi problema. No estoy buscando el ticket sólo para enseñárselo. También quiero saber adónde voy. Si pierdo ese estúpido ticket, estoy perdido. Por favor dígame adónde voy” 


De cuando en cuando se acercan a mí, personas que sin saberlo, hacen las veces de revisores espirituales. Con otras palabras, pero con la misma firmeza, me piden el ticket, y al no tenerlo a la mano, desenmascaran mi desconocimiento absoluto de hacia dónde voy. Estoy confiado que voy hacia algún sitio pero luego compruebo que estoy a la deriva: que he perdido el ticket y me he perdido también.

Toda mi vida me he dirigido hacia algún sitio. Me la he pasado en salas de esperas. He abordado miles de aviones y nunca he leído tableros de destinos o nunca he leído las tarjetas de embarque, da igual. O las he refundido entre diplomas, libros, agendas, libretas de apuntes y demás papelería sin importancia que he acumulado.

Aprender a tener la sensación de que no se está yendo a ningún lado. Aprender que no tenemos que estar en movimiento. Aprender que no siempre tenemos que estar trepados en un tren, en un auto, en un avión o caminando. Quietud. Detenidos con nosotros mismos. Aquí y ahora.

Lao Tzu, pensador oriental dijo que una persona verdaderamente exitosa es aquella que puede sentarse en una roca al borde del río sin hacer absolutamente nada y divertirse.

Encontrar momentos durante el día acompañados con el murmullo del río o con el sonido invariable de la ciudad, podamos relajarnos igual, y así sin buscarlo, encontrar el ticket....




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